
Pekín, tenemos un problema…
En octubre de 2003, el primer astronauta chino, Yang Liwei, dio varias vueltas a la Tierra a bordo de la nave espacial Shenzhou («Bajel Divino») V, que tenía forma de bombón helado. Casi cuatro años después, en el pasado mes de agosto, el programa espacial chino reveló que en el aterrizaje de aquella histórica misión la nave perdió contacto con la base y Yang y su nave bombón corrieron un muy grave peligro. [seguir leyendo]